Holiday Inn Moscow - Lesnaya

Estuvimos 3 noches en Moscú. Desde este hotel se puede llegar bien dando un paseo hasta la plaza roja o bien en la línea 2 con 3paradas ya estás. Habitaciones limpia, grande. Si vas con frío no te preocupes hace mucho calor dentro. Baño con bañera un poco alta, pero bien. Cambian las toallas cada día, todavía no tienen en cuenta el ahorro de agua. Importante por si nos avisan el agua del grifo no se puede beber sin hervir antes, pero te dejan botellas gratuitas y hay hervidor con te y café de sobre. El desayuno buffet está muy bien y tienen a una persona que te puede hacer una tortilla o lo que sea al momento. También tienen bien surtido de fruta con el que no contaba, si haces caso de las guías. Es una ciudad que ha cambiado mucho. También hicimos la cena allí y cada noche había algo diferente... Excepto la onmipresente entrante de pepino, pimiento y tomate. Buen trato por parte del personal. Muy recomendable. En el alrededor también hay restaurantes. No se nota el ruido de la calle, estábamos en la planta 5, pero si se oye la habitación de al lado algo y si alguien se pone a hablar x teléfono a las 6am en el pasillo vas a escuchar la conversión aunque sea en ruso.

Esta a tres paradas del metro del Kremlin. Habitaciones correctas. En el desayuno mucha gente y poco espacio. Lo mejor es la ubicación y q enfrente del hotel hay una zona de ocio, tipo mercado con un montón de restaurantes. Puedes cenar de caro a barato

Habitación muy confortable y espaciosa con todo lo necesario. Desayuno variado y buena predisposición del personal. En una zona tranquila cerca del metro. Imperdible caminar de noche hasta la Plaza Roja.

En una ciudad tan grande como Moscú, se puede considerar que este hotel está muy bien situado. Esta a unos 200 metros del metro, que está a dos paradas del centro. Con ello el trayecto a la Plaza Roja se hace en unos 15 o 20 minutos. El hotel es limpio. con camas comodas y habitaciones espaciosas. Tiene una ventanilla para cambiar dinero con un amplio horario. El desayuno es abundante y variado. Está en una zona financiera de Moscú rodeado de edificios de oficinas nuevos y justo en frente tiene un mercado con restaurantes muy modernos y con buenos precios, en los que hay un gran ambiente.

Buen hotel. Bien comunicado, cerca del metro que te acerca a la Plaza Roja. En frente tienes un nuevo centro de restauración muy animado com mucha variedad de comidas de todo el mundo.. Distribución del desayuno un poco caotico