Este hotel con vistas al mar, situado en medio de 30 hectáreas de césped y jardines de diseño bien cuidados, ofrece el máximo grado de confort y elegancia. Todas las elegantes habitaciones, dispuestas en forma de chalet, dan al Océano Atlántico y están ubicadas de forma que se asemejen a una aldea y su hospitalidad tradicional. Completan la aldea los exquisitos restaurantes y ocho bares, ideales para organizar cualquier tipo de celebración, una piscina, un centro comercial, un casino, un club de salud, y espacios de encuentro y de congresos de primera categoría. Y, lo que es aún más importante...